La mujer como guardiana del medio ambiente es una figura poderosa e inspiradora.
Abundan los textos que hacen referencia a que las mujeres tienden a ser más protectoras
del entorno, las que cuidan la tierra y el agua. Hay quienes vinculan directamente a la
agenda feminista con la sostenibilidad.
Sin duda, hay mujeres increíblemente relevantes en este terreno: las que lideran y
participan en los movimientos de protección ambiental, entre las cuales ha habido incluso
algunas víctimas de taladores de bosques y otros depredadores. Las hay que educan en
la escuela y en la casa sobre el cuidado del entorno, el reciclado, los buenos hábitos de
consumo.
Están las empresarias y ejecutivas que tienen claros sus objetivos de sostenibilidad y
llevan a cabo políticas de Emisiones Cero o de mitigación y trabajo de voluntariado. Y
luego las académicas, que investigan ciclos ambientales, el efecto de contaminantes y
que diseñan tecnologías o procesos para mantener o limpiar el ecosistema.
La lista es larga, pero puede ser mejor. Justamente hay una encuesta de la ONU,
realizada en 2021, que estudió la forma en que entiende y actúa la gente en favor de la
sostenibilidad. Es el estudio de mayor tamaño jamás realizado sobre el cambio climático.
Se llama People’s Climate Vote.

La brecha ambiental de género
Entre muchos datos, la encuesta de la ONU incluye un comparativo entre géneros. En el
promedio global, los hombres y los niños parecen ligeramente más inclinados en percibir
el cambio climático como una emergencia, en comparación con las mujeres y las niñas.
La diferencia es un 4%.
Sin embargo, comparando país por país, el número a favor de las mujeres se invierte en
nueve naciones, y por mucho. Así, en Canadá las mujeres y las niñas tienden más a
pensar en el cambio climático como emergencia, 12% más que la proporción de hombres
y niños. La diferencia a favor es de 11% en Estados Unidos, 10% en Australia, 6% en
Reino Unido y de 3% en Alemania. La ventaja se pierde gradualmente hasta llegar a -12%
en Nigeria y -10% en Vietnam.
Así, al parecer las mujeres están más conscientes del medio ambiente en países con
economías más grandes y mayor nivel educativo. Aquí lo que se descubre es el doble
beneficio de educar y ofrecer bienestar a la mujeres del mundo. Al parecer es cierto que la
sociedad obtiene una población más dispuesta a cuidar el medio ambiente si atiende la
brecha de género.
Por alguna razón, desgraciadamente, México no se incluye en esta encuesta. Sin
embargo, es bien conocido el papel de grupos como Defensoras de la Tierra, que envió a
10 mujeres indígenas a la COP 26 en Glasgow en 2021. En aquel tiempo reclamaron el
reconocimiento de que los indígenas son defensores de 80% de la biodiversidad del
planeta. En la lucha de estas destacadas mexicanas destacan la oposición a la

deforestación y la amenaza a numerosas especies animales, así como por supuesto, la
contaminación y mal uso del agua.
En este mes hay que reconocer a estas voces, que a veces desde lugares mucho más
modestos dan muestra de decisión y perseverancia, en beneficio de todos.

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