Un año nuevo verde ¿Ya hiciste tus propósitos ambientales?

¡Bienvenido al inicio de un nuevo año, lleno de oportunidades para hacer cambios significativos en nuestras vidas! O uno que otro ajustillo, si estás muy cómodo en tu posición actual. ¿Qué tal va la dieta? Mientras reflexionamos sobre nuestras metas y resoluciones, no olvidemos la importancia de incorporar propósitos ambientales para contribuir al bienestar de nuestro planeta. Aquí te presentamos algunas ideas para que tu lista de propósitos de Año Nuevo incluya acciones que beneficien al medio ambiente.

Ideas frescas para cuidar el medio ambiente

El 26 de enero es el Día Mundial de la Educación Ambiental. Vaya que tenemos un déficit en ese campo, en una gran parte de la población no ha aprendido siquiera a separar sus residuos. Hace falta educar mucho mejor sobre el respeto al medio ambiente. Las escuelas hasta ahora son las principales encargadas de la educación ambiental, porque en casa el tema no siempre es bien conocido y manejado. Algo que podemos hacer los adultos más conscientes del tema es enseñar con el ejemplo, sin duda.

Qué tanto reciclan los mexicanos

Es común pensar que los jóvenes son los más sensibles al fenómeno del calentamiento global y que suelen estar más informados y actuar más para cuidar el medio ambiente. Sin embargo, una reciente encuesta en México señaló que las personas de 50 años o más están entre los más entusiastas cuando se trata de reciclar desechos. Lo que falta es mucha más información. Una encuesta sobre hábitos de reciclaje de plásticos en México llevada a cabo por Consulta Mitofsky y la organización Vida Circular en agosto pasado encontró una serie de datos interesantes sobre lo que piensan los mexicanos acerca de la Economía Circular.

Las abuelas y el reciclaje de moños

Ya llegó esa temporada, una nueva oportunidad para disponer de tus residuos sólidos extraordinarios de manera responsable. Hace muchos años, en los grandes roperos de las abuelitas nacidas en la Generación Silenciosa, o incluso antes, a principios del siglo XX, rebosaban de cosas que “podían servir”. Era todo un deleite para los chamacos curiosos “echarse un clavado” en aquellos viejos muebles.