México y cuenta con una de las mayores biodiversidades del mundo, cada vez hay más especies amenazadas. El avance del entorno urbano y los proyectos de infraestructura ha expandido el efecto negativo sobre miles de especies, animales y vegetales, en México cientos de especies en peligro de extinción.

A veces no quedamos con los datos que por ahí nos ofrecen, con digamos un Top 10 o un Top 20 de especies en peligro de extinción o amenazadas en México. La realidad es que la cuenta que lleva el gobierno de México, en concreto la Comisión Nacional para el Conocimiento y el Uso de la Diversidad es mucho más grande.

De acuerdo con la lista de especies de plantas, hongos y animales bajo la Norma Oficial Mexicana NOM-059, hay un total de 1,495 especies dentro de las cuatro categorías de atención especial. Son 1,183 especies “sujetas a protección especial”, 912 especies “amenazadas”, 535 “en peligro de extinción” y, ojo, 48 especies “probablemente extintas”, porque ya no se les encuentra vivas libremente en territorio nacional.

También es cierto que existe una clasificación global, propuesta por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), que tiene nueve categorías, que van desde “no evaluadas” hasta “extintas”. Ambas son útiles y están afortunadamente respaldadas por un proceso científico de investigación y recopilación de datos, que no deja lugar a dudas sobre si una especie está amenazada o no.

En el caso de México, el gran resumen de las especies que habitan en México puede encontrarse en Enciclovida.mx, y se pueden realizar búsquedas por categoría de peligro de extinción, y por reinos y subgéneros.

De esta forma, los animales que se consideran extintos en México son 29 hasta ahora. Están cinco mamíferos, como la Foca Fraile del Caribe, la Rata Canguro de San Quintín, dos especies de Ratas Arroceras y el Ratón de la isla de San Pedro Nolasco. Luego hay 9 especies de aves, como el Carpintero Imperial o el Caracara de las Islas Guadalupe; 14 especies de peces, de los cuales 8 son carpas. Cierra la lista una de insectos, un escarabajillo.

Las cosas se ponen más serias (pero también esperanzadoras) en la siguiente categoría. Las especies mexicanas de animales que están consideradas en peligro de extinción son 262. Se siguen defendiendo 37 especies de mamíferos, como el mono Saraguato, el mono Aullador negro, el berrendo, el mono araña centroamericano, el bisonte americano, el castor, el tlacuache acuático, dos especies de perritos llaneros, el ocelote, el jaguar, la vaquita marina, el tapir, el manatí, el oso negro y varias especies de conejos y murciélagos.

El número sube a 76 especies de aves, entre ellos un montón de loros y guacamayas, águilas (entre ellas la famosa de cabeza blanca), cisnes, colibríes, el enorme cóndor, varios tecolotes, y el bellísimo quetzal. De las 26 especies de reptiles en peligro de extinción destacan 11 especies de tortugas marinas y terrestres, desde la famosa caguama hasta la carey, y la gigantesca tortuga laúd, ello además de un bonche de lagartijas y la iguana yucateca.

Entre los anfibios destaca claramente el ajolote de Xochimilco, pero también cuatro especies de salamandras, siete de ranas (como la ladradora de San Martín). Luego están 81 especies de pescados, como la Popocha o el Pupo de Lerma y varias especies de Mexclapique. Hay dos especies de pez sierra que se cuentan aparte.

Y hay que incluir a ocho especies de caracoles, nueve de cangrejos, caracoles y similares, como el langostino de Tabasco o el acocil regio. Por último, dos especies de gusanos, una especie de coral y un pepino de mar.

Como verás, el problema va mucho más allá que la lista simple de esos animales que nos son más simpáticos, conocidos o nos caen bien. Y eso que no estamos hablando de las especies vegetales, que incluyen una larga lista de árboles como pinos y oyameles, por supuesto, pero también hongos y muchos arbustos que alguna vez poblaron nuestros campos, y hoy no están.

Quizá haya animales como ciertas lampreas que se incluyen en esta lista, a los cuales ni nos gustaría ver. Sin embargo, sin ellos nuestro país es un poco menos. Sin ellos hay una pieza menos en esa enredadísima trama que es un ecosistema, y que termina sosteniéndonos a nosotros como especie humana. Hay que ayudar en lo que puedas para conservar a todos estos seres vivos donde pertenecen, en nuestros campos, ríos y cielos. México es menos México sin ellos.

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