¿Qué es un bono verde? Los bonos verdes son instrumentos de deuda emitidos para financiar proyectos con beneficios ambientales positivos. Estos bonos están diseñados para apoyar iniciativas que aborden el cambio climático, la conservación de recursos naturales y la promoción de prácticas sostenibles. Los fondos obtenidos mediante la emisión de bonos verdes se utilizan específicamente para proyectos como la construcción de infraestructuras energéticas renovables, la mejora de la eficiencia energética, la gestión sostenible del agua y la reducción de la contaminación. Te compartimos un video donde puedes descubrir más de ellos:
Los bonos verdes reflejan la preocupación por el cambio climático y el deseo de darle sustentabilidad a la actividad económica. Nacieron en 2007, emitidos por primera vez por el European Investment Bank, seguido por el Banco Mundial en 2008, pero no fue sino hasta 2016 que encontraron el ambiente ideal para crecer. En el siguiente video encontrarás un ejemplo de bono verde.
Durante la Conferencia sobre Cambio Climático de la ONU realizada en Paris en 2015, la COP-21, se concretó el hoy famoso Acuerdo de País, en el que 196 países firmaron el compromiso de limitar el calentamiento global a 1.5°C para 2030. El acuerdo implicaba que los firmantes llevarían cabo acciones concretas para reducir sus emisiones de carbono. Muchos proyectos requerirían montos grandes o muy grandes de inversión, y el mundo encontró en los bonos verdes el instrumento perfecto para ello.
No hay que olvidar que lo que distingue a los bonos verdes de cualquier otro instrumento de deuda es que los fondos deben aplicarse obligatoriamente en proyectos que vayan en favor del medio ambiente. Los emisores pueden ser entidades multilaterales como el banco mundial, pero también gobiernos y empresas.
Datos duros
Pues bien, si en 2016 las emisiones de estos instrumentos no llegaban a los 100,000 millones de dólares, para 2020 el monto había crecido a 302,000 mdd,. Pero el año récord en bonos verdes sería 2021, con emisiones por 593,000 mdd. El año pasado cerró con 587.3 mil millones de dólares. Todo esto de acuerdo con la Climate Bonds Initiative.
De este tamaño es el mercado global de bonos verdes, que ya en términos acumulados superan los 4.4 billones de dólares (trillion en la cuenta de EE.UU.). ¿Quién se ha beneficiado de toda esta inversión global? Desgraciadamente muy poco en lo que respecta a México y Latinoamérica.
Los grandes emisores de bonos verdes son primero Europa, luego Asia-Pacífico y en tercer lugar Norteamérica, le siguen las entidades supranacionales y sólo en quinto lugar Latinoamérica, con unos 49,300 millones de dólares. Por país, Estados Unidos, China, Alemania y Francia ocupan los primeros cinco lugares. La gran mayoría de las emisiones se hacen en países desarrollados, para acabar pronto.
México registra apenas 4,300 mdd en bonos verdes, incluso lejos de países como Brasil y Chile, que han sabido aprovechar mejor esta ola. Nafin y BBVA se encuentran entre los emisores locales, pero ojalá en los próximos años haya muchos más.
Hoy el panorama ha crecido, debido a que a los bonos verdes se han agregado los bonos sustentables, que incluyen la inversión en obras de beneficio social, por ejemplo. Se sabe que en las políticas de los grandes managers de activos financieros está la consigna de invertir en esta clase de bonos, por lo que son una vía de financiamiento muy atractiva.
Habiendo tanto por hacer en materia de calentamiento global y beneficio al medio ambiente, América Latina llega tarde a esta ola de emisiones de deuda. Luego nos estamos quejando de falta de equidad en el financiamiento global, y nos preguntamos porqué los ganadores siguen estando en el mundo desarrollado.
