Claro que deben conocerse los esfuerzos por crear una economía circular, funcional y estable en México. Una de estas innovaciones acaba de ser anunciada por nuestro aliado Rennueva y tiene un nombre muy ingenioso: Desdelivery.
La industria del delivery en México ha crecido a pasos agigantados, sobre todo desde que la pandemia nos enseñó, un poco a la fuerza, las ventajas del comercio electrónico y la entrega a domicilio. Si algo aprendimos es que había mucho espacio para establecer servicios de reparto en la llamada “última milla”, que complementaban muy bien los servicios de los gigantes de la mensajería como FedEx, UPS, DHL.
Si hubo una gran oportunidad en el negocio de la entrega a domicilio, el razonamiento del desdelivery es que vale la pena el esfuerzo de establecer una red que envíe de regreso los materiales de empaque para su revalorización.
Por ahora, la propuesta de Desdelivery by Rennueva va en armonía con el ideal de fomentar una economía circular en beneficio del ambiente. Por tanto, su objetivo central no está en recibir ingresos o utilidades. Por ello, hay dos dimensiones en la recopilación de residuos planteada: una para personas físicas, otra para los llamados “Generadores”, es decir, las empresas.
De esta forma, la idea de Desdelivery es que las personas se anoten como donadores de residuos plásticos, como el Unicel. Esto tiene un doble beneficio: identifica y formaliza las fuentes del material revalorizable y prepara al usuario para recibir algo a cambio de su donación.
En cuanto a lo primero, ha resultado de suma importancia generar estadísticas correctas de recopilación de residuos, mismas que permitan analizar los datos, lo cual permite tomar decisiones sobre donde establecer infraestructura y saber con precisión de dónde vienen los residuos generados en la zona metropolitana de la CDMX. Urgen estadísticas de este tipo en todo el país, por cierto. Igualmente, estos datos permiten generar trazabilidad en la recopilación de materiales, de manera que pueda detectarse su origen, para todo tipo de aplicaciones, desde económicas hasta sanitarias.
Respecto del usuario, lo que se busca es identificar al donador recurrente, para reconocerlo, de la misma forma que se premiaría la lealtad a cualquier marca. El proyecto completo por parte de Rennueva es demostrar que se puede incentivar de otra forma la economía circular, más allá del pago en moneda por el material. Esto resulta ideal para los residuos plásticos que aún no han generado un mercado de reciclado lo suficientemente desarrollado para estabilizar un precio de adquisición.
Así, en sus posteriores etapas, el donador tendrá la posibilidad de recibir estímulos por parte de empresas patrocinadoras, a cambio del esfuerzo de reciclar. Desdelivery es una gran idea, al grado de que seguramente va a requerir más inversión por parte de sus organizadores. La recopilación a domicilio puede requerir de más vehículos y personal, si realmente se populariza. La decisión ha sido la de organizar el sistema de recolección a través de un vehículo eléctrico, lo cual resta cargas de emisiones de carbono a este trabajo. La idea es que se premie mejor que el usuario acuda a los centros de procesamiento de Rennueva, pero aún así, los volúmenes podrían dispararse, si el atractivo es suficiente.
Por ello, el motor de los fondos que necesitará Desdelivery en el futuro debe provenir del cobro a los llamados generadores de residuos: las empresas que producen mayor cantidad de material valorizable. Así, la recolección gratuita se hará hasta por un máximo de 3 m3 de material. Un mayor volumen implicaría que no estamos ante un donador, sino ante un generador.
Para mayores señas sobre este programa, hay que acudir al sitio de Rennueva, y bajar una aplicación, por ahora para computadora, pues no se ha liberado para móvil. Esta aplicación permite identificarse con la empresa como donador, y establecer, de ser necesario, fechas y horarios de recolección. Nuevamente, es preferible llevar los residuos directamente, si es posible, y se premiará mejor.
¿Será éste el futuro de la economía circular? Tal vez. Es difícil saber qué modelo sobrevivirá en el contexto de las ciudades mexicanas, pero es muy positivo que se experimente con diversos métodos y modelos, con tal de educar a la población sobre el manejo de residuos que mejor ayude al medio ambiente.
