Ahora que las lluvias están provocando graves inundaciones en varias zonas del país, me llamó la atención una recomendación que siempre es frecuente en estos días: usar plástico. Recomiendan en la radio y la televisión que las familias protejan sus documentos importantes, comida, medicinas e incluso ropa, envolviéndolos en bolsas plástico, mientras más resistente y sellado mejor. Esto debiera ponernos a pensar cuando en la ONU andan por ahí argumentando que hay que eliminar los plásticos “innecesarios”. Me parece que se debe hacer mucho para evitar que el plástico llegue al medio ambiente, pero sinceramente dudo que exista un plástico al que se pueda llamar innecesario.
Kits de emergencia
Las inundaciones son una desgracia, no sólo por lo destructivo que resulta el agua para ciertos materiales y equipo eléctrico electrónico, sino por las condiciones de insalubridad instantánea que el agua estancada deja en viviendas, consultorios, restaurantes, bodegas, oficinas y cualquier lugar donde solemos habitar.
Buena parte del país no se encuentra expuesto a las grandes corrientes que arrasan pueblos enteros, como acaba de suceder en Houston, pero de que causan daño, lo hacen. Hay otros desastres muy relacionados con el agua que sí nos azotan con frecuencia, como son los huracanes y tormentas tropicales, y entonces el plástico surge como un material importante.
Hay que revisar documentos como el Manual de Protección Civil, publicado por el gobierno federal y la iniciativa privada en 2021. Aquí se recomienda que las casas que suelen inundarse se preparen con láminas de plástico en caso de inundación. Recomiendan también envolver en este material los documentos importantes. Igualmente, en caso de plagas se recomienda mantener los alimentos en envases tapados y secos.
El sitio Ready, enfocado en la prevención de desastres y auspiciado por el gobierno de Estados Unidos recomienda también proteger los documentos, y además añade la necesidad de contar con agua almacenada, bolsas de basura y “precintos plásticos para higiene personal”.
Por su parte, Healthychildren.org incluye las bolsas de plástico sellables, los galones de agua y las bolsas de basura en su kit de supervivencia en caso de huracán. Acá en México el sitio Genuinefirstaid.mx, vende un kit de emergencias cuyos fondos van directamente para beneficiar a la Cruz Roja mexicana. Este kit está en una bolsa de nylon, que incluye entre otras cosas una bolsa para residuos biológicos, un contenedor de agua de 5 litros y un impermeable para lluvia. Así por el estilo, la Clínica Mayo también incluye una buena cantidad de objetos de plástico en un equipo de supervivencia.
Amor / odio
¿Qué provoca esta relación de amor y odio con el plástico? Sus propiedades, como es obvio: muchas clases de plástico tienen muy baja conductividad térmica, lo que los convierte en muy buenos aislantes. También buena parte de ellos tienen gran flexibilidad y resistencia, que los hace indispensables para proteger de todo, empezando por los cuadernos y libros de Primaria, como recordará el lector de cierta edad.
Igualmente, muchos son resistentes al impacto, lo cual resulta ideal para el transporte y la logística, y buena parte tiene una gran resistencia a la humedad, o incluso tienen propiedades aislantes, por lo que tendemos a confiar más en la comida que viene contenida en estos materiales. Por último, está la cuestión del precio. Hay infinidad de utensilios que están disponibles para toda la población del mundo gracias a estar hechos de plástico.
El único sustituto viable al vidrio, por ejemplo en contenedores de líquidos y en algo tan imprescindible como las jeringas es el plástico. Uno sabe que los barriles sirvieron para almacenar líquidos durante siglos, pero honestamente, pocos quisieran probar suerte con ellos hoy en día. Durante la pandemia, los restaurantes que pudieron abrir aislaron sus cubiertos en bolsitas, para dar mayor confianza al usuario. Lo mismo hacen los médicos y los dentistas con las agujas, las paletas para ver la garganta y otros instrumentos que tocan nuestro cuerpo, para garantizarnos que no seremos contaminados con microorganismos provenientes de otra persona o del medio ambiente.
No, no creo que exista verdaderamente ningún plástico innecesario. Puede haber sustitutos más o menos viables, y eso vale la pena analizarlo. Lo que sí urge incluir en la conversación es cómo construir una verdadera economía circular con estos materiales, para evitar que lleguen al medio ambiente.
