En unos años el título de la famosa serie española “La casa de papel” terminará por perder todo sentido. No se recordará fácilmente que había un lugar donde se imprimía dinero para que lo usara un país entero, y que ese lugar tendría que ser uno de los más seguros del mundo, a prueba de asaltos, ataques e incluso ingeniosos equipos de ladrones profesionales. Tal vez suceda esto con los billetes, pero el papel, se puede apreciar, va a seguir a nuestro lado mucho tiempo más, a pesar de la digitalización de la humanidad.

El papel, como los billetes, parecía ir en retirada de nuestra vida cotidiana, en la medida que ocupaban su lugar las computadoras y los teléfonos celulares. Sin embargo, hoy ha vuelto su uso en forma de bolsas o materiales de empaque, en la búsqueda de una mayor dependencia de recursos renovables.

Sin embargo, los bosques no son tan renovables. De acuerdo con Statista había en 2021 unas 4,000 millones de hectáreas de bosque en el planeta, unos 200 millones menos que en 1990. Se sabe que el gran aniquilador de árboles no es la industria del papel, desde luego, sino la agricultura. Aún así, se vuelve necesario cuidar cada kilogramo de celulosa como lo que es un tesoro.

La buena noticia es que muchos países han ido perfeccionando el reciclaje de papel y cartón. Se puede ir según el país al reciclaje de 55% a 99% del papel producido. Sí, obviamente los más altos porcentajes están en Europa, pero México ronda el 56%, al lograr captar unos 4.5 millones de toneladas de papel y cartón al año, tomando en cuenta un consumo aparente de 8 millones de toneladas.

De hecho, la industria del papel y el cartón en México es tan poderosa que importa 2 millones de toneladas adicionales de papel para reciclar desde Estados Unidos y otros países, lo que convierte al país en el 4° principal reciclador de papel en el mundo, de acuerdo con datos de la Cámara Nacional de las Industrias de la Celulosa y del Papel.

Mas de 88% del papel que se elabora en México utiliza insumos reciclados: ¡así de contundente! Lo que falta para que el papel en México viva la plena economía circular sigue siendo el acopio y la selección. Mucho papel se sigue desperdiciando por la falta de separación en las casas y comercios. Piensa en eso la próxima vez que eches al bote de basura de tu hamburguesería o tu cafetería favorita el vaso lleno de líquidos. Estás probablemente echando a perder algunos kilos de papel que podría haberse reciclado.

Mientras vamos progresando en recopilar, vale la pena compartir otro dato positivo: por años la industria a nivel mundial ha manejado que el papel y el cartón pueden reciclarse entre seis y siete veces, antes de perder definitivamente su utilidad. Es un dato conocido, porque las fibras van prácticamente deshaciéndose con sucesivas manufacturas.

Pues bien, algunos científicos han estado cuestionando este hecho, incluso calificándolo de mito. Argumentan que en el reciclado de papel y cartón ha predominado el uso indistinto de fuentes diferentes de papel, mezclando lo mismo periódico que cartón común, cartón corrugado, papel para escribir, etc. En cambio, cuando se controlan las fuentes de materiales reciclados, y se experimenta con diferentes proporciones de papel nuevo, el rendimiento mejora dramáticamente.

Un experimento publicado en 2018 por dos investigadores alemanes (Putz y Schabel), logró reciclar 25 veces una mezcla de cartón corrugado semejante a la que se utilizan los materiales de empaque en Alemania, antes de que el material perdiera sus atributos. Para que no quedara duda el informe se tituló El mito de los ciclos de vida limitados de la fibra.

Al reportarse una forma de pasar de 7 a 25 veces la posibilidad de reciclar papel y cartón, esto llamó la atención de los investigadores de materiales en Europa. Así que, en 2021, otro ingeniero (Eckhart), ahora en Austria realizó pruebas con otro tipo de cartón para empaque. Encontró en su análisis que el cartón mantenía sus características luego de reciclarse las mismas 25 veces. Esto alargaría la posibilidad de reciclar cartón quizá en un número ilimitado de ocasiones.

Está claro que hasta ahora se trata de experimentos en ambientes de laboratorio, con materiales seleccionados y un gran número de controles de variables. Sin embargo, no cabe duda de que estas investigaciones pueden arrojar mezclas de papel y cartón reciclado mucho más eficientes, durables y resistentes a los procesos de remanufactura. 

Suena también a investigaciones que podrían hacerse en nuestras universidades y plantas de reciclaje mexicanas, aprovechando el poder de nuestra industria del papel y cartón. ¿Papel que se utilice por décadas una y otra vez? ¿Por qué no?  ¿Y si lo diseñamos en México?

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