La revolución tecnológica no sólo puede transformar la producción, también está ganando espacios en las etapas posteriores del proceso, en concreto en el manejo de residuos. Inteligencia artificial, robótica, Big Data y blockchain tienen un buen potencial para garantizar una economía circular con menos desperdicio y mayor eficiencia. Tecnología y economía circular son palabras que se llevan bien.

Nos dimos a la tarea de buscar algunos de los avances más prometedores o aplicaciones ya formalizadas en la gestión de residuos. Esto con la esperanza de inspirar a más participantes a incorporar soluciones tecnológicas que hagan la economía circular más viable.

IA y robótica: clasificación más inteligente y rápida

Uno de los mayores desafíos del reciclaje tradicional es la contaminación (artículos no reciclables mezclados con reciclables), que puede inutilizar lotes enteros. O bien, la simple separación de materiales reciclables. A menudo el proceso requiere usar mano de obra de forma intensiva, lo cual vuelve poco viable económicamente separar los residuos en el centro de reciclaje.

Aquí es donde AMP Robotics Corporation, una empresa estadounidense, entra en escena. AMP construye robots con IA, capaces de reconocer y clasificar materiales como plásticos, metales y cartón con una velocidad y precisión excepcionales.

Mediante aprendizaje automático avanzado y visión artificial, estos robots pueden operar 24/7, identificando artículos hasta el nivel de tipo de resina o marca. Las instalaciones equipadas con los sistemas de AMP han reportado una reducción significativa en las tasas de contaminación y una mejor recuperación de materiales valiosos.

De igual manera, Recycleye, una startup británica, ha desarrollado herramientas de reconocimiento basadas en IA para instalaciones de recuperación de materiales (MRF). Sus sistemas combinan cámaras y algoritmos de aprendizaje profundo para clasificar los flujos de residuos en tiempo real, ofreciendo una solución escalable y asequible para la gestión moderna de residuos en toda Europa.

Tal vez esas soluciones se antojan innecesarias en un México en donde aún hay muchos empleos formales e informales en la industria de los desechos, pero una combinación de ambas opciones podría mejorar la eficiencia de los centros de reciclaje. Quizá algún día estas tecnologías podrían contribuir a mejorar la calidad de vida en las ciudades en donde aún predomina la pepena echa mano, en condiciones muy lejos de lo deseable.

Herramientas digitales y blockchain: Transparencia y trazabilidad

El reciclaje no se limita a la clasificación y el procesamiento; también depende en gran medida del comportamiento del consumidor y la responsabilidad de la cadena de suministro. Para reducir la brecha entre lo que los consumidores desechan y lo que realmente se recicla, las aplicaciones y las herramientas blockchain tienen un potencial importante.

Está por ejemplo Recycle Coach, una aplicación canadiense adaptada un número creciente de gobiernos locales. Se trata de una aplicación que ayuda a los residentes a comprender las normas y los calendarios locales de reciclaje. Su función de búsqueda basada en IA permite a los usuarios consultar cómo desechar casi cualquier artículo, minimizando la contaminación y aumentando las tasas de reciclaje. Los recordatorios personalizados y las funciones gamificadas fomentan aún más el comportamiento responsable.

En el ámbito industrial, Circularise, una empresa holandesa, utiliza blockchain para brindar transparencia a lo largo del ciclo de vida de los materiales. Su plataforma permite a las marcas y fabricantes rastrear el origen, el procesamiento y el contenido reciclado de plásticos y otros materiales. Este tipo de trazabilidad ayuda a las empresas a cumplir con los objetivos de sostenibilidad y las normas regulatorias con mayor confianza. Hemos hablado en este blog sobre el gran beneficio que una información más certera sobre el volumen y características de los residuos reciclables podría ofrecer a las empresas especializadas.

Contenedores inteligentes e IoT: El reciclaje se vuelve inteligente

Las tecnologías del Internet de las cosas (IoT) también se están incorporando a la infraestructura de reciclaje. Los contenedores inteligentes equipados con sensores pueden detectar niveles de llenado, optimizar las rutas de recolección e incluso identificar la clasificación incorrecta. Estas innovaciones reducen costos operativos para los municipios y hacen que los sistemas de reciclaje respondan mejor a los patrones de uso reales.

Algunas ciudades están experimentando con contenedores con IA integrada, que escanean los artículos a medida que se depositan, brindando información inmediata a los usuarios. Esto no solo educa al público, sino que también garantiza flujos de residuos más limpios, desde el principio.

La convergencia de estas tecnologías puede transformar el reciclaje en México, de un sistema fragmentado y poco eficaz a un circuito mucho más eficiente, en donde valga la pena invertir, desde el punto de vista empresarial, y donde se puedan generar mejores resultados para los ciudadanos, desde el punto de vista del gobierno. A estas alturas, deberíamos conocer cuántos y qué residuos produce el país en cualquier lugar, en todo momento. Las herramientas están ahí.

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