Las innovaciones sostenibles que están revolucionando el planeta

Por supuesto que la economía circular puede beneficiarse con la innovación en materiales. Más y mejores materiales reciclables son el objetivo de empresas en todo el mundo. La sostenibilidad no es una opción, es una necesidad urgente. Mientras más cosas podamos reciclar o reusar, mejor, pero un material más biodegradable siempre será bienvenido, siempre y cuando cumpla un requisito importante para el mercado: que sea accesible en términos de precio y cantidad.

Echando una ojeada a lo más reciente en investigación de materiales, dimos con un rango que va desde bioplásticos que se degradan en días hasta materiales de construcción hechos con redes de pesca: Los avances en este último año buscan transformar la manera en que diseñamos, consumimos y reciclamos productos. Aquí exploraremos las principales novedades que están redefiniendo los estándares de sostenibilidad a nivel global.

Nuevos plásticos y procesos

El plástico es un material generoso y muy versátil. Su precio y durabilidad ha beneficiado a millones de personas a lo largo de la historia. Ahora que existen rutas para reciclarlo un gran número de veces, su impacto ambiental ha disminuido. Prácticamente ya no existen los plásticos de un solo uso, pero siempre hay mucho por mejorar.

Por ejemplo, el Centro Riken para la Ciencia de Materiales Emergentes (CEMS) anunció el año pasado el desarrollo de un plástico biodegradable que se disuelve en el agua del mar, sin generar microplásticos. El Centro Riken es un gigante de la investigación situado en Japón, que reúne a unos 3,000 científicos en campos que van desde el cerebro humano hasta la matemática pura. 

Este material, al parecer, se transforma en fertilizante natural al descomponerse, solucionando dos problemas ambientales de una sola vez. Obvio, es mejor disolver y recuperar los elementos de este polímero supramolecular (un día hay que entrarle a ese tema) en una planta de reciclaje pero, de llegar al mar, su impacto sería mucho menor.

La innovación no tiene por qué venir exclusivamente de empresas de químicas o de materiales. La firma electrónica japonesa Panasonic presentó en la conocida feria global de electrónicos de consumo CES 2024 un material llamado Kinari, que está compuesto en 85% de celulosa, por lo que cae dentro de la clasificación de bioplásticos. Este material podría ser utilizado en todos sus productos electrónicos y de embalaje, al resultar plenamente biodegradable.

En otros casos puede no ser un material, sino un proceso. La empresa francesa PolyLoop desarrolló un proceso que permite reciclar productos compuestos de PVC, que han resultado muy difíciles de procesar hasta ahora. El proceso que proponen le da un tratamiento previo al material, pulverizándolo, luego el material se disuelve por medio de diversas sustancias, en lo que la empresa equipara a un cilindro parecido al de una lavadora. La sustancia resultante se filtra y condensa, de manera que se obtiene de nuevo PVC puro. El objetivo de la empresa es que esta maquinaria y proceso pueda incorporarse fácilmente en las plantas que utilizan PVC de primera mano, para que ellas mismas reciclen su materia prima. Es decir, una empresa que hace tableros para automóviles podría agregar este proceso para recibir y transportar residuos de PVC y obtener materia prima de la misma calidad que necesita, sin recurrir a un reciclador.

Cáñamo para construir

El Instituto Politécnico Rensselaer es un centro académico y de investigación basado en Troy, NY está creando un material termoplástico que utiliza fibras de cáñamo para suplir las ¡vigas de acero! Las vigas se utilizan generalmente para dar sustento a los edificios de concreto en cualquier parte del mundo, aunque en México se suele usar el sistema de varillas con mayor frecuencia. Resulta que el cáñamo pudiera ser tan o más resistente que el acero, y evitaría posteriores problemas en la vida del edificio, como la corrosión. Su huella de carbono es mucho menor que el material tradicional, igualmente.

Efectivamente, el cáñamo es una cepa diferente de la planta que produce mariguana, por lo que su utilización ha resultado problemática, aunque esta variante no tenga sustancias psicoactivas. En este sentido, México puede resultar un lugar ideal para producir cáñamo, que es como el aguacate: cada vez se le encuentran más propiedades.

Ahora que si nos ponemos más densos, la empresa estadounidense Ecovative Designs está lanzando, entre sus muchos desarrollos, lo que llama “Mushroom Packaging”. Se trata de materiales de embalaje fabricados con el micelio y otra materia orgánica, que tienen buena resistencia y amortiguación para proteger productos, pero que resulta plenamente biodegradable. La tecnología es llamada MycoComposite por la empresa, y también está en fila para ofrecer productos más viables ambientalmente.

Las innovaciones en materiales reciclables y sostenibles están acelerando la transición hacia una economía circular más plena. Lo que antes parecía utópico—como plásticos que se degradan en días o ropa hecha de residuos—hoy es una realidad tangible, gracias al trabajo conjunto de científicos, empresas y gobiernos comprometidos con el cambio. Los productos que logren dar el paso de escala y precio serán los ganadores en el no tan largo plazo.

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