En unos años el título de la famosa serie española “La casa de papel” terminará por perder todo sentido. No se recordará fácilmente que había un lugar donde se imprimía dinero para que lo usara un país entero, y que ese lugar tendría que ser uno de los más seguros del mundo, a prueba de asaltos, ataques e incluso ingeniosos equipos de ladrones profesionales. Tal vez suceda esto con los billetes, pero el papel, se puede apreciar, va a seguir a nuestro lado mucho tiempo más, a pesar de la digitalización de la humanidad.
