De acuerdo con la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (ANIPAC) el mercado del reciclaje en México tiene un valor potencial de 3 mil millones de dólares. Y es que todavía existen muchos materiales que por años se han desperdiciado, sin considerar el importante nicho negocio que representan, además de las ventajas ecológicas y económicas que implicaría su reciclaje.
En los últimos años la generación y manejo de residuos han sido temas presentes en la agenda nacional. Según el Gobierno Federal, en México se generan más de 42 millones de toneladas de residuos sólidos al año, los cuales muchas veces se tiran de manera desorganizada, generando obstrucciones para corrientes de agua, o creando grandes focos de infección en los lugares donde estos se depositan, razón por la que hoy más que nunca existen jugadores interesados en impulsar el reciclaje, de esta forma, no solo se acelera el proceso de asimilación de desechos, también se ahorran y optimizan recursos.
Un adecuado proceso de reciclaje tiene que ser capaz de generar negocio, por lo que esta actividad además de cuidar el medio ambiente debe estar orientada a mejorar las condiciones socioeconómicas de las comunidades implicadas. Si bien el reciclaje no es un tema nuevo, todavía existe mucho desconocimiento en relación a su procesamiento y alternativas de reutilización.
El reciclaje es obtener un material o producto nuevo a través del procesamiento de materiales o productos que ya han sido usados. Uno de los materiales más utilizados a nivel mundial en el reciclaje, es el plástico en sus diferentes presentaciones y densidades. Este material está presente diariamente en un sinfín de actividades humanas, ofreciendo importantes beneficios que mejoran nuestra calidad de vida.
Existe una gran variedad de plásticos, los cuales se pueden clasificar de acuerdo a sus propiedades, por ejemplo, respecto a su monómero base (naturales o sintéticos), su comportamiento al calor (termoplásticos o termoestables), la reacción de síntesis (adición, condensación o formados por etapas) o su estructura molecular (amorfos, semicristalinos y cristalinos).
Los sectores salud, textil, automotriz, aeroespacial, de energías renovables, entre otros, han crecido en gran media gracias a las aplicaciones e innovaciones que la industria del plástico ha lanzado en los últimos años. Lo más importante es que sin importar el su uso, esta materia se pueden recuperar y aprovechar, evitando que vaya a parar a los rellenos sanitarios y tiraderos clandestinos que paulatinamente pueden ocasionar problemáticas sociales.